...Confianza... (Historia corta)

Me llamo Sarah,tengo veintisiete años y estuve enamorada de Izan durante todo el tiempo que estuvimos juntos en la universidad.

Izan y yo nos conocimos en el primer curso,estábamos juntos siempre,íbamos a las mismas clases (estudiábamos derecho),lo hacíamos todo juntos. Un día,Izan tuvo que darme la peor noticia del mundo. Sus padres le habían concertado una boda que no podía evitar. Ese día mi mundo se derrumbó. Tenía que olvidarme de él,para siempre. Nuestra relación cambió,ya no nos veíamos nunca,faltaba a muchas clases,hasta que un día dejó de venir. Habíamos estado juntos,aunque no era una relación en condiciones,pero su forma de desaparecer no fue normal. No se había despedido.

Me costó asimilar que ya no lo iba a ver,pero el peor golpe fue ver en el periódico que se había casado con Jules Penn,la chica mas "fabulosa" de todo Nueva York. En ningún momento me había dicho quién era la chica. Hubiese sido mucho mas fácil de asimilar. Dejó a la chica pobre de la beca,por la chica rica. ¿Lógico,no? Ella lo tenía todo,encanto,inteligencia,educación y elegancia. ¿Qué tenía yo? Una familia acomodada,que podía permitirse algún capricho,pero no podía permitirse vacaciones cada dos o tres semanas como ellos. 

Mi historia puede parece común. Y en realidad,lo es. Chico rico juega con chica pobre hasta que aparece una con su estatus y se va con ella para tener una familia perfecta y aun mas rica. La verdad es que Izan podía haber evitado todo esto. 

Unas semanas después de la boda,me enteré por las revistas que habían llevado un noviazgo durante casi tres años. Me sentí engañada,humillada. Todos los de la universidad me miraban,todos sabían que habíamos tenido algo,pero nadie se atrevía a decir nada sobre eso. 

Conseguí acabar la carrera con muy buenas recomendaciones y enseguida pude empezar a trabajar en un buffette como abogada. "Callahang e hijos". Lo que no sabía era que el señor Callahang ya se había retirado y la compañía la dirigía su hijo,Robert Callahang Jr. 

Era un hombre alto,atractivo y muy inteligente. Cuando lo conocí,me pareció muy simpático y siempre intentaba ayudarme en todo y me ofrecía participar en casos importantes. Un día quedamos para tomar algo después del trabajo ya que teníamos un caso muy importante y la oficina se hacía muy pesada. Fuimos a una cafetería que había cerca de la oficina y allí pudimos relajarnos un poco mas. Robert era un hombre bastante agradable,pero serio. 

Cuando se nos hizo tarde,Robert se ofreció a acompañarme a casa. Acepté ya que estaba muy cansada y no me apetecía caminar. Pero pasó algo que no me esperaba...

Al intentar bajarme del coche,Robert se me abalanzó. Intentó arrancarme la ropa,pero conseguí escapar. Un policía me había visto y me acompañó a comisaría para poner una denuncia por intento de violación. Obviamente,me despedí del trabajo e intenté seguir con mi vida. Estaba traumatizada por todo lo que me había pasado. Volví a casa de mis padres y conseguí entrar de nuevo a la universidad para especializarme en criminología. Necesitaba una distracción.

Mi profesor,el abogado Max Gordon,era joven,tal vez unos cinco o seis años mayor que yo. Era un profesor excelente. Hacía que las clases fuesen interesantes,no aburridas como otros profesores. Y un día salí con una compañera a un pub y lo encontramos allí. 

Nos pegamos toda la noche hablando,era una persona muy interesante y alegre. Me contó que sabía todo lo que me había pasado con Robert Callahang y ya conocía como era. Había trabajado para ellos y se había enterado de todos sus trapos sucios. Hicimos muy buenas migas y la noche pasó bastante rápido. 

Las siguientes semanas,al acabar las clases,nos quedábamos a charlar y poco a poco empezamos a hablar de nuestra vida personal. Me di cuenta de que Max se estaba enamorando,pero yo tenía miedo. Mi propia experiencia me echaba para atrás. Pasaban los meses y mi confianza hacia Max iba en aumento. Se había vuelto un pilar en mi vida. Y me daba cuenta de que cada vez me hacía mas falta. 

Un día,en el campus, Max se me declaró. Al mirarlo a lo ojos,mis miedos y dudas se disiparon. Eran sinceros,transparentes. Al acabar el curso,empezamos a salir. Ya no éramos alumna y profesor y podíamos vivir sin cuchicheos y sin escondernos. Me di cuenta de que Max había estado aguantando mucho para pedirme salir. Me había protegido de mas cuchicheos y mas miradas extrañas. 

Meses después,me quedé embarazada. No sabía que hacer,pensaba que Max no estaba preparado,pero cuando se lo conté,Max se emocionó. Por primera vez,me sentía segura,protegida,amada... Me pidió que me casara con él. Fueron los momentos mas felices de mi vida. Nuestra pequeña Emily nació sana y preciosa. Desde ese momento,aprendí que no todos los hombres son iguales. 

Siempre hay baches y momentos duros,pero todo se puede superar.